El texto del Vía Crucis está basado en el libro de la Guía del Peregrino de Cursillos de Cristiandad. Aunque ha tenido algunos añadidos.
VIA CRUCIS basado en la Guía del Peregrino de Cursillos de Cristiandad.
SANTA GEMA GALGANI. MADRID.
El encargo que la Virgen María le hace a San Pablo de la Cruz, es predicar la Pasión de Jesucristo como "el don más maravilloso del amor de Dios, la fuerza que puede transformar al hombre y al mundo entero".
LECTOR A: Queremos ser conscientes, Señor, de TU PASIÓN. De la pasión que sufriste entonces. Pero también de tu Pasión ahora, repetida en tu Iglesia, en nuestros hermanos, en nuestro pueblo, en nuestro hogar…
Sabemos cómo se portaron contigo los hombres de entonces. Hoy, en tu VIA CRUCIS de nuestros días, sabemos como estamos comportándonos nosotros. Por eso podemos deducir cuál habría sido entonces nuestra actitud.
Sin engaños, vamos a sentirnos ahora contigo, Jesús, protagonistas de tu camino hacia la CRUZ, de tu subida al monte de la Redención.
Una persona lleva la cruz. Y le acompañan dos personas que llevan velas encendidas. De frente al pueblo de Dios, deteniéndose al pie de cada estación. Se inicia al pie del Altar con lo siguiente:
COMIENZO
SACERDOTE: +En el nombre del Padre…
TODOS: (Acto de contrición.) SEÑOR MÍO JESUCRISTO…
(Todos de rodillas)
Al pie de cada estación se dice:
I ESTACIÓN. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Cristo, piedra de choque- escándalo – con su doctrina, con su conducta y con la conducta que exigió, estorbaba a los judíos. Por eso lo condenan y lo conducen, como un reo, al calvario y a la cruz.
LECTOR B: Señor, te condenaron entonces y te condeno yo hoy, porque eres la Verdad. Y la Verdad estorba a los enredos y a las bajezas en que ando metido con mis pecados y con mis injusticias.
LECTOR A: Señor, dame valentía para aceptarte. Y para vivirte con todas las consecuencias. Así caminaré en la Verdad que me libera y liberaré a los demás.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
II. ESTACIÓN. CRISTO CARGA CON LA CRUZ
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: La Cruz de Cristo fue vulgar, como todas las cruces en las que fueron ajusticiados tantos ladrones de su tiempo.
LECTOR B: Señor, mi cruz también es vulgar, ordinaria. Las dificultades comunes, las caídas comunes, el peso que agobia a hombres y mujeres como yo: la misma asfixia que mata tantas ilusiones.
LECTOR A: Señor, por esa cruz en la que fuiste Redentor, te pido ser redentor en la mía, que a través de ella cumpla el destino y el mensaje de mi vida.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
III ESTACIÓN. JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: La Cruz de Cristo fue pesada, como todas las cruces. Por eso cayó aplastado por ella. Pero se levantó; y siguió caminando.
LECTOR B: Señor, yo he caído… me amarga el recuerdo de la niñez, cuando sufrí mi primera caída. Todo mi mal de ahora ha ido procediendo de aquel primer fruto que encontraba grato al paladar.
Desde entonces, el esfuerzo de cada día es, a veces, un continuo “no puedo más”. Pero trato de levantarme, y de seguir caminando.
LECTOR A: Señor, líbrame de la inercia de mi pasado; que en las dificultades del presente no me deje arrastrar por el peso muerto de mis equivocaciones de ayer.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
IV ESTACIÓN. CRISTO SE ENCUENTRA CON MARÍA
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: La Virgen va “Dolorosa”, pero, sin renegar de la cruz que arrastra su Hijo, ni de los hombres que lo empujan. Ella respeta el destino de su Hijo: porque sabe que es el precio de la Redención de los hombres, el precio del pecado; y porque sabe que para eso lo concibió en su seno virginal.
LECTOR B: Madre “dolorosa”, yo he renegado de mis cruces y de las de mis allegados. Quizás porque no he descubierto que mi dolor y el de ellos pueden completar la Pasión de tu Hijo.
LECTOR A: Madre “dolorosa”, haz que yo crea en la Pasión de tu Hijo; que le vea significado en mi vida; y que comprenda que por Él, con Él y en Él, mi vida tiene un sentido diferente.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Ave María
V ESTACIÓN. EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
SACERDOTE:Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Los incondicionales estaban ausentes en aquel momento. Y un hombre casual – Simón regresaba del campo – lo acompaña aunque forzado, hasta el monte de la Calavera. Es un desconocido el que ayuda a Cristo.
LECTOR B: Señor, yo soy cristiano… Y ya no recuerdo cuando fue la última vez que te ayudé y te consolé en algún miembro de tu Cuerpo Místico. La mayor parte de las veces he preferido quedarme con los míos, de espaldas a mis prójimos, en quienes sufres Tú. Señor, perdona mis ausencias en tu obra redentora y liberadora. Y dame la gracia de ayudarte a llevar la Cruz en todos mis hermanos, los hombres.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
VI ESTACIÓN. LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE CRISTO
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Es una anónima, la Verónica, quien limpia la cara sucia y golpeada de Cristo.
Mientras la chusma grita, la Verónica, contempla en su intimidad el rostro de Cristo. Se anima y se lo limpia con un lienzo. Y Cristo le deja impreso su rostro, la Santa Faz, en el lienzo.
LECTOR B: Señor, ahora veo claro, Tú solo te revelas en la intimidad. El aturdimiento más bien borra tu imagen en nosotros. El vértigo me ha aturdido y ha borrado tu imagen en mi.
LECTOR A: Señor, que en medio de las preocupaciones, sepa contemplarte y vivir de Ti – crear tu imagen en mi; para hacerte más visible a los hombres; para que “quien me vea, te vea”.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
VII ESTACIÓN. JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: La curiosidad irreverente del pueblo, y su tiranía forzada por los soldados, y el peso de la cruz obligaron a Cristo a caer de nuevo a la mitad del camino. Peso se levantó otra vez, porque quería llegar al fin.
LECTOR B: Señor, a veces, a la mitad de mi camino, siento haber llegado al límite; no le veo sentido a mi vida; mi buena voluntad me parece un fracaso; y, en ese momento, la tentación se me antoja un ángel bueno. Y el deseo de ser malo es irresistible.
LECTOR A: Señor, por tu segunda caída, líbrame de caer a la mitad de mi vía crucis. Y, si caigo, dame fuerzas para levantarme y seguir siendo fiel, a mi camino.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
VIII ESTACIÓN. CRISTO SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES EN JERUSALÉN
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: En su camino al Calvario Cristo encontró la compasión de unas piadosas mujeres…; y la delicadeza sin palabras de la Verónica… ; y la comprensión silenciosa de María, su Madre…
LECTOR B: Señor, me cuesta ser compasivo; me cuesta más ser delicado; me cuesta mucho más ser comprensivo. Sin embargo, ahora veo mi meta, si quiero llegar hasta tu corazón.
LECTOR A: Señor, que en mis momentos difíciles encuentre no solo compasión y delicadeza, sino, y principalmente, comprensión. Y que en los momentos difíciles de los demás no me contente con ser compasivo y delicado, sino que trate, además, de ser comprensivo pensando que, si lo soy con ello, lo soy contigo.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
IX ESTACIÓN. JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Cristo cae por tercera vez ya en el Calvario, casi al final del camino. Pero se levanta definitivamente para ser crucificado y, así, redimir al hombre.
LECTOR B: Señor, sé que, como Tú, debo llegar al término del Vía Crucis de mi vida. Y que debo llegar airoso, sin caer agotado por la impotencia del fracaso, como si mi vida se extinguiese habiendo luchado inútilmente, como si toda ella hubiese dio una equivocación definitiva. Pero me resultan difíciles el tesón humano y la perseverancia cristiana. Señor, dame fuerza para que llegue al final de mi camino con la conciencia de que he llenado a cabalidad mi vocación cristiana. Para eso, que cumpla tu plan cada día, llenándome de Ti y sirviéndote en mis hermanos.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
X ESTACIÓN. CRISTO ES DESNUDADO
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Cristo se sintió solo en la Cruz, Allí se ausentaron sus discípulos, sus milagros, su autoridad, su fama… El misterio del Dios – Hombre con toda su fuerza.
LECTOR B: Señor, yo nunca llegaré a esa soledad porque a mi siempre me acompañarás Tú ¡Si tuviera fe en Ti! ¡Si sintiera tu Divinidad, en contacto directo con mi vida desde el bautismo por la gracia…!
¡Si cuando, ante la prueba, me veo cargado de disfraces inútiles e insinceros que no sirve, experimentara en mi pobre desnudez humana que tu gracia está conmigo, nunca padecería la soledad de tu cruz!
LECTOR A: Señor que crea en tu gracia.
Que crea que no es un vestido, sino que eres Tú mismo; Tú mismo como la luz de mi inteligencia y como vigor de mi voluntad. Y que esa fe en tu divinidad participada por mi, me entusiasme y me haga sentirme contigo, con la mejor de las compañías.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
XI ESTACIÓN. JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Al verlo en el balcón del “Ecce Homo” habían gritado: “Crucifícale”. Ahora se estremecen ante el martillo que golpea los clavos. Se estremecen, porque el que juzgaron “reo de muerte” demuestra su inocencia, transmitiendo perdón y vida.
LECTOR B: Señor, digo que amo a mi cruz y, cuando se me acerca, siento repugnancia de los clavos. Estos me resultan espantosos, porque no estoy hecho a la idea de que la vida sólo se da mediante la crucifixión; porque no sé que los clavos que me crucifican son los únicos que pueden hacerme útil a mis hermanos.
LECTOR A: Señor, no te pido no sentir mis clavos. Te pido que sepa comunicar con mis sufrimientos un sentido al mundo que sufre, Que mi dolor sea, como el tuyo, redentor de los hombres, mis hermanos…
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
XII ESTACIÓN. CRISTO MUERE EN LA CRUZ
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: “Fue crucificado, muerto y sepultado…”
Eso fue lo que nos grabaron desde niños en nuestra memoria. Y lo importante es saber que Cristo, muriendo experimentó hasta el último detalle de su condición humana. Y eso, para comprendernos mejor.
LECTOR B: Señor, ese misterio, el misterio de tu muerte, lo tenía en la gaveta de mis recuerdos. Por eso tu cruz era un símbolo exterior a mi, que lucía colgada de una cadena, como un recuerdo y nada más. Y, sin embargo, por la cruz y en la cruz te encontraste conmigo, para que yo, mediante ella, me encuentre con mi “Padre”.
LECTOR A: Señor, como Tú, en la cruz, experimentaste al hombre, yo, en la misma cruz, experimente al Padre. Para ello aumenta mi fe en que “por la Cruz se llega a la luz” y en que “por la muerte se llega a la vida”.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
XIII ESTACIÓN. DESCLAVAN A JESÚS Y LO BAJAN
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Clavar a Cristo en la Cruz lo hace cualquiera. Desclavarlo y acogerlo silenciosamente sólo lo hacen sus amigos, los que no admiten en su corazón más que a Él.
Por algo afirmó: “Bienaventurados los limpios de corazón y los pobres de espíritu, porque ellos verán a Dios”.
LECTOR B: Señor, sigues clavado en los hombres que están clavados en la cruz de la incultura, de la miseria, del hambre, del desempleo… Yo no te desclavaba de esa cruz, ni te acogía. Al contrario: contribuía con mis negocios, con mi avaricia, con mi egoísmo… a la opresión, a la crucifixión…
LECTOR A: Señor, has muerto para hacerme hermano tuyo (Hijo de Dios) y hermano de los hombres, que a la luz de tu vía crucis me convenza y me decida a desclavarte de la cruz, desclavando a mis hermanos, y a acogerte en mi corazón, acogiendo a mis hermanos…
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
XIV ESTACIÓN. CRISTO ES SEPULTADO
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: Si el grano de trigo no se entierra y muere, no da fruto”. Cristo lo dijo y lo practicó. Dejó que lo sepultaran para que su mensaje y su presencia se extendieran por todo los hombres.
LECTOR B: Señor, Tú has llegado hasta mi. Estás en mi ¿Por qué no transformas el mundo desde mi? ¿Es que has perdido garra o poder? ¿O es que yo te niego mis labios para hablar, mis manos para hacer, mis pies para visitar…?El sepulcro sellado no pudo oponerse a tu salida, a pesar del sello y de los guardias. Yo, sepulcro libre, sí. Y de hecho, Tú lo sabes, muchas veces te resulté freno en vez de instrumento útil
LECTOR A: Señor, dame espíritu de instrumento para que mi vida sea un testimonio de tu presencia en el mundo, una eficacia para los que necesitan de Ti.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
XV ESTACIÓN. JESÚS RESUCITA
SACERDOTE: Te adoramos Cristo, y te bendecimos.
TODOS: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
LECTOR A: El misterio pascual se centra en la Resurrección. La Resurrección es la base de la fe y de la esperanza cristianas. Porque Cristo resucitó, hay Iglesia, hay sacramentos, hay santos.
LECTOR B: Señor, cada día resucitas
Y esas resurrecciones, tan milagrosas como la primera, me dejan insensible.
¿Será porque también yo estoy muerto y necesito resucitar? ¿Será porque, como los apóstoles, estoy aislado, víctima del miedo y del pesimismo?
LECTOR A: Señor, que yo viva el misterio pascual. Y que, robustecidas por ello mi fe y mi esperanza, yo sea Iglesia, sea sacramento, sea santo que te haga presente y eficaz en el mundo. Que quien me vea aumente su fe en tu resurrección.
LECTOR B: Graba en mi, oh tierna Madre, las llagas de tu hijo amado, por mi amor crucificado.
SACERDOTE: Padre nuestro…
PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA. Por las intenciones del PAPA FRANCISCO.
Imágenes del Vía Crucis basado en la película de la Pasión de Mel Gibson
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