¡¡Viva Cristo Rey del Universo!!
Transciende naciones, transciende ideologías, tansciende nuestros corazones...
El Gran Rey nos compró con su sangre. Su interés es el nuestro. Tiene derecho sobre nosotros y sobre nuestras vidas. Debemos estar atentos a sus mandatos porque son justos y buenos. Todo lo contario a los monarcas y gobernantes en general de esta tierra. Quizás se salven reyes más justos que otros como Fernando III el Santo, y su primo, San Luis de Francia o San Esteban de Hungría. Pero que pocos ejemplos encontramos a pesar de tantos milenios...
En cambio Jesús nunca nos falla. Puede que lo que está latente, latiendo en nuestro ser, esa inspiración, ese desprendimiento, esa intuición que nos exige más es para el bien de los que nos rodea.
Si una gota, una sola gota de su Sangre Real fue digna de salvar al mundo, cobra una mayor relevancia que Dios si diera a si mismo, completamente en la Pasión. Si Dios se dio porque nosotros no? Muy pocos, lo llamados, pueden salvar a muchos otros.
Acaso te puedes negar al Rey de reyes? No quiere mandarnos tiránicamente, sino por el Amor. Cuanto amor en su espera, cuanto amor en su paciencia, cuanto amor.... y nosotros indiferencia.
Jesucristo, Rey de todo lo Creado, que con el Padre y el Espíritu Santo, gobiernas eternamente y al final tus enemigos serán estrado para tus pies, te ruego que con las armas del Rosario, de los corazones encendidos de Amor, prendamos a este mundo que se muere de frío. NUNCA para gloria nuestra, sino para tu Gloria que es justa y buena.
Te pido también que tengas misericordia de nuestras debilidades, de nuestras barreras, de nuestros miedos, de nuestras incertidumbres... haznos como niños y cógenos de la mano. Haznos el camino estrecho lo más fácil que sea. Porque esto no es altruismo nuestro. Sino que sólo Dios puede hacer fácil lo difícil. Eso sí, haznos agradecidos y que jamás veamos mérito en nosotros, al contrario, acallemos ante tus Dones y repitamos serenamente "Jesús nada somos sin ti, sólo polvo, hierba que ahora verdea y mañana siegan"
Si tu Mamá. nuestra Mamá, la Reina Virgen María nos ayuda, todo será más fácil. Porque no queremos que al final de nuestra vida, nos digas entristecido: "te di unos dones y no los empleaste... pudiste ayudar a los que te rodeaban pero dormías... ahora están condenados por tu pereza..."
Transciende naciones, transciende ideologías, tansciende nuestros corazones...
El Gran Rey nos compró con su sangre. Su interés es el nuestro. Tiene derecho sobre nosotros y sobre nuestras vidas. Debemos estar atentos a sus mandatos porque son justos y buenos. Todo lo contario a los monarcas y gobernantes en general de esta tierra. Quizás se salven reyes más justos que otros como Fernando III el Santo, y su primo, San Luis de Francia o San Esteban de Hungría. Pero que pocos ejemplos encontramos a pesar de tantos milenios...
En cambio Jesús nunca nos falla. Puede que lo que está latente, latiendo en nuestro ser, esa inspiración, ese desprendimiento, esa intuición que nos exige más es para el bien de los que nos rodea.
Si una gota, una sola gota de su Sangre Real fue digna de salvar al mundo, cobra una mayor relevancia que Dios si diera a si mismo, completamente en la Pasión. Si Dios se dio porque nosotros no? Muy pocos, lo llamados, pueden salvar a muchos otros.
Acaso te puedes negar al Rey de reyes? No quiere mandarnos tiránicamente, sino por el Amor. Cuanto amor en su espera, cuanto amor en su paciencia, cuanto amor.... y nosotros indiferencia.
Jesucristo, Rey de todo lo Creado, que con el Padre y el Espíritu Santo, gobiernas eternamente y al final tus enemigos serán estrado para tus pies, te ruego que con las armas del Rosario, de los corazones encendidos de Amor, prendamos a este mundo que se muere de frío. NUNCA para gloria nuestra, sino para tu Gloria que es justa y buena.
Te pido también que tengas misericordia de nuestras debilidades, de nuestras barreras, de nuestros miedos, de nuestras incertidumbres... haznos como niños y cógenos de la mano. Haznos el camino estrecho lo más fácil que sea. Porque esto no es altruismo nuestro. Sino que sólo Dios puede hacer fácil lo difícil. Eso sí, haznos agradecidos y que jamás veamos mérito en nosotros, al contrario, acallemos ante tus Dones y repitamos serenamente "Jesús nada somos sin ti, sólo polvo, hierba que ahora verdea y mañana siegan"
Si tu Mamá. nuestra Mamá, la Reina Virgen María nos ayuda, todo será más fácil. Porque no queremos que al final de nuestra vida, nos digas entristecido: "te di unos dones y no los empleaste... pudiste ayudar a los que te rodeaban pero dormías... ahora están condenados por tu pereza..."