Fuente: http://vocacion-religiosa.blogspot.com.es/2011/12/la-virgen-es-el-terror-de-los-demonios.html
La Virgen es el terror de los demonios
San Alfonso Maria de Ligorio cuenta en “Las Glorias de María”, el siguiente hecho
que merece la pena ser divulgado lo más posible. Un día, mientras Santo Domingo
estaba predicando en una ciudad francesa, le condujeron un hereje albigense,
el cual había sido poseido por los demonios porque desacreditaba públicamente
la devoción al Santísimo Rosario. Entonces Santo Domingo, en nombre de Dios
obligó a los demonios a decir si eran cosas verdaderas las que predicaba en
favor del Santo Rosario. Los espíritus infernales respondieron gritando que
todo lo que Santo Domingo había dicho sobre la Virgen y el Rosario era verdad.
Y agregaron que ellos no tenían ninguna fuerza contra los siervos de María
y que en el momento de la muerte, muchas almas pecadoras se salvan
invocando a la Beata Virgen. Finalmente dijeron que ellos habían sido
obligados a decir que ninguna persona se condena si persevera en la devoción
a María y al Rosario, porque María obtiene a los pecadores un sincero
arrepentimiento antes de morir. Por lo tanto Santo Domingo hizo recitar al
pueblo el Rosario, y ¡oh maravilla! a cada invocación a la Virgen, del cuerpo
del hereje poseido salían muchos demonios en forma de carbones encendidos,
hasta que terminado el Rosario, quedó completamente liberado. Delante de este
hecho prodigioso se convirtieron muchos herejes.
que merece la pena ser divulgado lo más posible. Un día, mientras Santo Domingo
estaba predicando en una ciudad francesa, le condujeron un hereje albigense,
el cual había sido poseido por los demonios porque desacreditaba públicamente
la devoción al Santísimo Rosario. Entonces Santo Domingo, en nombre de Dios
obligó a los demonios a decir si eran cosas verdaderas las que predicaba en
favor del Santo Rosario. Los espíritus infernales respondieron gritando que
todo lo que Santo Domingo había dicho sobre la Virgen y el Rosario era verdad.
Y agregaron que ellos no tenían ninguna fuerza contra los siervos de María
y que en el momento de la muerte, muchas almas pecadoras se salvan
invocando a la Beata Virgen. Finalmente dijeron que ellos habían sido
obligados a decir que ninguna persona se condena si persevera en la devoción
a María y al Rosario, porque María obtiene a los pecadores un sincero
arrepentimiento antes de morir. Por lo tanto Santo Domingo hizo recitar al
pueblo el Rosario, y ¡oh maravilla! a cada invocación a la Virgen, del cuerpo
del hereje poseido salían muchos demonios en forma de carbones encendidos,
hasta que terminado el Rosario, quedó completamente liberado. Delante de este
hecho prodigioso se convirtieron muchos herejes.