sábado, 10 de marzo de 2012

El exceso de oración... ¿Bueno o malo?.

El crisol es para la plata y el horno para el oro, Pero el SEÑOR prueba los corazones.(Proverbios 17:3)

Reza cuanto necesites.
A medida que vamos evolucionando espiritualmente, apoyados por la gracia de Dios y frecuentando los sacramentos (confesión y comunión), saciandonos habitualmente en la lectura de la biblia como el Ciervo se sacia en las aguas(Salmo 42) , vamos comprobando que nuestros momentos de oración son alimento del alma. Pero en este camino de rectitud, a menudo, lo acompañan nuestras caídas y las trampas del maligno, del cazador y acusador de nuestros hermanos.

Cuanto más rápido reconozcamos nuestra humildad y fragilidad, más rápido nos dejaremos levantar de nuevo por Jesús. Porque sólo el que persevera hasta el final, será salvo.
Una de las claves es tener presente que somos débiles y que debemos pedir la Gracia necesaria para no caer en la tentación... Pero caeremos, así que no desesperemos. Porque El adiestra mis manos para la batalla (Salmos 18, 44)

En este itinerario de vida, basado en el camino recto de los Mandamientos de Dios... a veces caminaremos por desiertos espirituales. Nos sorprenderán Noches Oscuras del Alma, noches de Bronce. La oración se tornará insípida. Muchos santos pasaron la prueba. Porque Dios prueba a sus amados. La "sequedad espiritual" nos hará sufrir. Entonces, además de reanudar nuestra asistencia a los Sacramentos, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Debemos rezar más en este peregrinar inhóspito del alma?. 
La respuesta está en nuestra actitud de fe en Dios y esperanza en retornar al Edén de la paz y la tranquilidad habitual: 
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.
7Yo pensaba muy seguro:
«No vacilaré jamás».
8Tu bondad, Señor, me aseguraba
el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro,
y quedé desconcertado
                                                    Salmo 29 6-8
PERO NO debemos dejar que nos sorprenda, sino esperarla algún día.
¿Debemos rezar más?. La clave está en aprovechar estos momentos y hacer un balance. Es un momento perfecto para discernir como oramos, como actuamos en nuestro día a día.
- Si rezamos de corrillo muchas oraciones o sentimos lo que decimos.
- Debemos volver a interiorizar cada palabra en nuestro ser del Padrenuestro, del Ave María y del Gloria.
- Aferrémonos al Rosario como una "enredadera se aferra al árbol porque sin Nuestra Señora no podemos resistir" (Madre Teresa de Calcuta)
- Para las personas que rezamos mucho durante el día- Esa necesidad es buena. No todos los sacerdotes están a favor de rezar tanto, pero hablando del tema con un amigo, un sacerdote que presumiblemente también se apoyaba constantemente en la oración le aconsejó que siguiera rezando todo lo que necesitara, pero respetando pausas y tiempos de descanso entre oración y oración. 

La oración siempre, siempre es beneficiosa. Hay muchas formas de rezar, pero siempre deben de nacer con devoción.

3 comentarios:

  1. Hola Pepe, yo creo que nunca hay exceso en la oración, y ademas hay varios tipos de oración que podemos hacer: oración vocal, mental, ofrecimiento de obras y sufrimientos tambien cuenta como oración, y creo que es muy bueno siempre pensar en orar, ya lo dijo el Apóstol: "Orad sin cesar"(Tes.5,17). Que nuestra oración es como el oxigeno para nuestra alma, que busca y ama a Dios.
    Saludos

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    1. Gracias Ailyn por tu aportación. Si, Jesús oraba en todas partes y debemos de imitar a Nuestro Señor :)

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  2. Dios quiere escucharnos, y la forma natural de comunicarnos con Él para amarlo, es por medio de la oración, así que no hay excesos en orar… pues los excesos del Amor de Dios, siempre serán mayores.
    Dios nos espera, nos necesita, se interesa por nosotros, por nuestras cosas, es Padre amoroso y quiere también ser correspondido, quiere que le platiquemos mucho, y que nuestras palabras y nuestro amor brote limpio y directo del corazón, por medio de la oración.
    Conforme se crece en la vida de oración y unión con Dios, también notamos que la humildad, la caridad y la fe aumentan; estas son las virtudes necesarias y que se reciben cuando se habla con el Creador y Amigo.
    En nuestra oración siempre debemos pedir por otros, esto nos llena de bendiciones, y no hay oración que Dios no atienda ni bendición que se desperdicie.
    Gracias Pepe. Un abrazo y Dios bendiga!
    Lo publico en el fb :D

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