martes, 13 de marzo de 2012

Las 15 oraciones de santa Brígida sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

(Estas oraciones las hice todos los días, durante todo el año 2010 y me cambiaron la vida)


Las 15 oraciones de santa Brígida sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

Cada oración va seguida de las siguientes invocaciones*:

Oh Señor Jesucristo, ten misericordia de mí, pecador.

Oh Jesús, Hijo de Dios, nacido de María Virgen, por la salvación de los hombres crucificado, reinante ahora en el cielo, ten piedad de nosotros.

Y el rezo de un Padre Nuestro, Ave María y Gloria


I Oración
¡Oh Jesucristo! ¡Sois la eterna dulzura de todos los que os aman!; la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; la salvación, y esperanza de todos los pecadores. Habéis manifestado no tener mayor deseo que el de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amáis hasta el punto de asumir la naturaleza humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acordaos de todos los sufrimientos que habéis soportado desde el instante de Vuestra Concepción; y especialmente durante Vuestra Sagrada Pasión; así como fue decretado y ordenado desde toda la eternidad; según el Plan Divino.
            Acordaos, Oh Señor, que durante la Última Cena con Vuestros Discípulos les habéis lavado los pies; y después, les disteis Vuestro Sacratísimo Cuerpo y Vuestra Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis Vuestra próxima Pasión.
            Acordaos de la tristeza y amargura que habéis experimentado en Vuestra Alma, como Vos mismo lo afirmasteis, diciendo: “Mi alma está triste hasta la muerte.”
            Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado, en Vuestro Sagrado Cuerpo, antes del suplicio de la Crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor sangriento, fuisteis traicionado por Vuestro discípulo, Judas; apresado por los habitantes de una nación que habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos, e injustamente juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de Vuestra Madurez; y en la Solemne Estación Pascual.
            Acordaos que fuisteis despojado de Vuestra propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara inflingiendo bofetadas. Después, coronándoos de espinas, pusieron en Vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atado a la columna; desgarrado con azotes; y agobiado de oprobios y ultrajes.
            En memoria de todas estas penas y dolores que habéis soportado antes de Vuestra Pasión en la Cruz, concededme antes de morir, una contrición verdadera, una confesión sincera y completa; adecuada satisfacción; y la remisión de todos mis pecados. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


II Oración
¡Oh Jesús, la verdadera Libertad de los Ángeles y Paraíso de Delicias! Acordaos del horror y la tristeza con que fuisteis oprimido, cuando Vuestros enemigos, como leones furiosos, Os rodearon con miles de injurias, salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos. Os atormentaron a su antojo. En consideración a estos tormentos, y a las palabras injuriosas, Os suplico, ¡Oh mi Salvador y Redentor! que me libréis de todos mis enemigos visibles e invisibles y que, bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la Salvación Eterna. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


III Oración
¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo y todo es sostenido bajo Vuestra Amorosa Potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe, clavaron Vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y no viéndoos en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron Vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron Vuestro Cuerpo en la Cruz. Y con jalones y estirones violentos, en toda dirección, dislocaron Vuestros Huesos.
¡Oh Jesús!, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, os suplico concededme la gracia de temeros y amaros. Amén
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


IV Oración
¡Oh Jesús, Médico Celestial! ¡Elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Vuestras! Acordaos de las contusiones y desfallecimientos que habéis sufrido en todo Vuestros Miembros; y que fueron distendidos a tal grado, que no ha habido dolor semejante al Vuestro. Desde la cima de la cabeza hasta la planta de los pies, ninguna parte de Vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando todos Vuestros Sufrimientos, no dejasteis de pedir por Vuestros enemigos, a Vuestro Padre Celestial, diciéndole: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”
            Por esta inmensa Misericordia, y en memoria de estos sufrimientos, os hago esta súplica: conceded que el recuerdo de Vuestra muy amarga Pasión nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos nuestros pecados, Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


V Oración
¡Oh Jesús, Espejo de Resplendor Eterno! Acordaos de la tristeza aguda que habéis sentido al contemplar con anticipación, las almas que habían de condenarse. A la luz de Vuestra Divinidad, habéis vislumbrado la predestinación de aquellos que se salvarían, mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. Simultáneamente, habéis contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serían condenados por sus pecados; y Os habéis quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.
            Por ese abismo de compasión y piedad; y principalmente por la bondad que demostrasteis hacia el buen ladrón, diciéndole: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso.”, hago esta súplica, Dulce Jesús. Os pido que a la hora de mi muerte tengáis misericordia de mí. Amén
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


VI Oración
¡Oh Jesús, Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor que habéis sufrido cuando, desnudo y como un criminal común y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz! También fuisteis abandonado de todos Vuestros parientes y amigos, con la excepción de Vuestra muy amada Madre. En Vuestra Agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos; luego, la encomendasteis a Vuestro fiel discípulo, Juan, diciendo a María: “¡Mujer, he aquí a tu hijo!” Y a Juan: “¡He aquí a tu Madre!”
            Os suplico, oh mi Salvador, por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de Vuestra Santísima Madre, que tengáis compasión de mí. Y en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporal como espirituales, ten piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte, Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


VII Oración
¡Oh Jesús, inagotable fuente de compasión, tened piedad de mí! En un profundo gesto de amor, habéis exclamado en la Cruz: “¡Tengo sed!” Era sed por la salvación del género humano. ¡Oh mi Salvador! Os ruego que inflaméis nuestros corazones con el deseo de dirigirnos hacia la perfección, en todas nuestras obras. Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal, y el ardor de los apetitos mundanos. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


VIII Oración
¡Oh Jesús, Dulzura de los corazones y Deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que habéis probado en la Cruz, por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. Concedednos la gracia de recibir dignamente Vuestro Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima, durante nuestra vida; y también a la hora de la muerte; para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


IX Oración
¡Oh Jesús! ¡Virtud Real y Gozo del alma! Acordaos del dolor que habéis sentido, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte. Insultado y ultrajado por los judíos. Clamasteis en alta voz que habíais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, diciéndole: “Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué me has abandonado?”
            Por esta angustia, Os suplico, Oh mi Salvador, que no me abandonéis en los terrores y dolores de mi muerte. Amén
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


X Oración
¡Oh Jesús! ¡Principio y Fin de todas las cosas, sois la Vida y la Virtud plena! Acordaos que por causa nuestra fuisteis sumergido en un abismo de penas; sufriendo dolor desde la planta de los Pies hasta la cima de la Cabeza. En consideración a la enormidad de Vuestras Llagas, enseñadme a guardar, por puro amor a Vos, todos Vuestros Mandamientos; cuyo camino de Vuestra Ley Divina es amplio y agradable para aquellos que os aman. Amén
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


XI Oración
¡Oh Jesús! ¡Abismo muy profundo de Misericordia! En memoria de las Llagas que penetraron hasta la médula de Vuestros Huesos y Entrañas, para atraerme hacia Vos, presento esta súplica. Yo, miserable pecador, profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartéis del pecado. Ocultadme en los huecos de Vuestras Llagas; hasta que Vuestra cólera y justísima indignación hayan cesado. Amén
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


XII Oración
¡Oh Jesús! ¡Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad, y Vínculo de la Caridad! Acordaos de la multitud de Llagas con que fuisteis herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y enrojecidas. Oh, dulce Jesús, por la efusión de Vuestra Adorable Sangre. ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido por amor a nosotros, en Vuestra Carne Virginal! ¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubo de hacer por nosotros que no habéis hecho? Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido!
¡Oh Amable y Adorable Jesús! Por el fiel recuerdo de Vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de Vuestros Sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón Vuestro Amor aumente cada día; hasta que llegue a contemplaros en la Eternidad.
¡Oh amabilísimo Jesús! Vos Sois el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que Os pido concederme en el Cielo. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


XIII tercera Oración
¡Oh Jesús! ¡Fuerte León, Rey Inmortal e Invencible! Acordaos del inmenso dolor que habéis sufrido cuando, agotadas todas Vuestras Fuerzas, tanto morales como físicas, inclinasteis la Cabeza y dijisteis: “Todo está consumado.”
            Por esta angustia y dolor, Os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte; cuando mi mente estará tremendamente perturbada y mi alma sumergida en angustia. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -

XIV Oración
¡Oh Jesús! ¡Único Hijo del Padre Celestial, Esplendor y Semejanza de Su Esencia! Acordaos de la sencilla y humilde recomendación que hicisteis de Vuestra Alma, a Vuestro Padre Eterno, diciéndole: “¡Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu!” Desgarrado Vuestro Cuerpo, destrozado Vuestro Corazón, y abiertas las Entrañas de Vuestra Misericordia para redimirnos, habéis expirado. Por Vuestra Preciosa Muerte, Os suplico, Oh Rey de los Santos, confortadme, Socorredme, para resistir al demonio, la carne y al mundo. A fin de que, estando muerto al mundo, viva yo solamente para Vos. Y a la hora de mi muerte, recibid mi alma peregrina y desterrada que regresa a Vos. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -


XV Oración
¡Oh Jesús, Verdadera y Fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de Sangre que tan generosamente habéis derramado de Vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra Preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar.
De Vuestro costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y Agua, hasta no quedar en Vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne Vuestra fue destrozada; la Sustancia de Vuestro Cuerpo fue marchitada y disecada la Médula de Vuestros Huesos.
            Por esta amarga Pasión, y por la efusión de Vuestra Preciosa Sangre, Os suplico, Oh Dulcísimo Jesús, que recibáis mi alma cuando yo esté sufriendo, en la agonía de mi muerte. Amén.
- Las dos invocaciones*- Padre Nuestro – Ave María – Gloria -

Conclusión
            ¡Oh Dulce Jesús! Herid mi corazón, a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia me sirvan de pan, día y noche. Convertidme enteramente Oh Mi Señor, a Vos. Haced que mi corazón sea Vuestra Habitación Perpetua, Y que mi conversación Os sea agradable. Que el fin de mi vida Os sea de tal suerte loable, que después de mi muerte pueda merecer Vuestro Paraíso; y alabaros para siempre en el Cielo, con todos Vuestros Santos. Amén

Santa Brígida de Suecia

LAS APROBACIONES
El papa Urbano VI animó a multiplicar las publicaciones de las divinas revelaciones a santa Brígida que los reyes, intelectuales y religiosos de toda Europa se disputaban. Los Libros con las “promesas de Jesús y las 15 oraciones” fueron bendecidos por el papa Pío IX el 21 de mayo de 1862. Quienes visiten la basílica de San Pablo de Extramuros, en Roma, pueden ver el crucifijo ante el que santa Brígida se arrodillaba en oración y meditación. La basílica albergaba también una inscripción de 1350, que recuerda el prodigio del crucifijo que hablaba a la santa.

Santa Brígida escribió:
            “Mi querido hermano, yo me encontraba inmersa en la mayor amargura de mi vida. El dolor, la enfermedad, la pobreza y el abandono me afligían. Con amor, todas las tardes leía estas oraciones, y mi vida se transformó milagrosamente y el Señor, fiel a sus promesas, me colmó de gozo, bienestar, riquezas y consolaciones. Lo que el Señor hizo por mí, miserable pecadora, también lo hará por ti, mi amado hermano. Lee todos los días estas oraciones”.

LAS PROMESAS
1) Liberará del Purgatorio a 15 almas de su familia.
2) Y15 justos de su familia serán confirmados y conservados en la gracia
3) 15 pecadores de su familia se convertirán
4) La persona que los rece tendrá primer grado de perfección
5) Y15 días antes de morir recibirá mi precioso Cuerpo, de modo que será liberada de las llamas eternas y beberá mi Preciosa Sangre para que no tenga sed eternamente.
6)15 días antes de su muerte, sentirá contrición profunda por todos sus pecados; y tendrá conocimiento perfecto de todas sus culpas.
7) Yo pondré el Signo de Mi Victoriosa Cruz ante ella, para socorrerla y defenderla contra los ataques de sus enemigos.
8) Antes de su muerte, vendré Amadísima Madre.
9) Benignamente recibiré su alma; y le conduciré a las delicias eternas.
10) Y la conduciré hasta allí, le daré a beber con singular trato la fuente de mi Deidad, que no lo haré con aquellos que no han recitado estas oraciones.
11) Perdonaré todos los pecados a todos aquellos que hayan vivido 30 años en pecado mortal, si dicen devotamente estas oraciones.
12) Lo defenderé de las tentaciones.
13) Preservaré y guardaré sus 5 sentidos.
14) Le preservaré de una muerte repentina.
15) Su alma será librada de las penas eternas
16) Esta alma obtendrá todo cuanto le pidiere a Dios y a la Santísima Virgen
17) Si ha vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y si debiera morir al día siguiente, Yo le prolongaré su existencia para que se confiese bien.
18) Cada vez que un alma rezare estas oraciones, ganará indulgencias.
19) Se le asegura que será colocado junto al Supremo Coro de los Santos Ángeles.
20) Al que enseñare estas Oraciones a los demás, tendrá el gozo y mérito sin fin que estarán establecidos en la tierra y durarán por siempre en el Cielo.
21) Donde están y se recen estas oraciones, Dios estará presente con su Gracia.

CONSEJOS
1.- Rezar antes del atardecer, si lo dejas para más tarde, luego puedes estar muy cansado por las tareas del día y es fácil que te olvides de rezar o te quedes dormido. 
2.- El rezo de las oraciones está calculado alrededor de 25-30 minutos.
3.- Se rezan las quince oraciones cada día, no una oración cada día. 
4.- En caso de enfermedad grave, puede rezarla otra persona al lado de la cama y el enfermo deberá ir repitiendo mentalmente. Solamente mientras se encuentre gravemente enfermo. 
5.- Si un día se olvida y se procura no repetirlo más (no olvidemos que son oraciones para un año), al día siguiente se reza dos veces.
6.- Se aconseja rezar las oraciones frente a una imagen piadosa o un crucifijo, mientras se va meditando en el interior.
7.- Yo difundo estas oraciones porque cambiaron mi vida. Me unieron más a Nuestro Señor Jesucristo y su Pasión dolorosísima pero llena de Amor y Redención.

Comencé a rezar las oraciones de Santa Brígida el día/mes/año:
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y pasados un año, terminaré el día/mes/año:
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7 comentarios:

  1. Con tu advertencia... ¿Quién puede resistirse aun cambio?. Gracias. Un fuerte abrazo

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    1. Creeme Ángel cuando te digo que estas oraciones fueron una verdadera escuela para mí. Yo efectivamente las recé durante un año completo, pero si alguien las quiere utilizar para meditar en Cuaresma y Semana Santa creo que les van a servir de ayuda, de plus.

      Muchas gracias por tu afectuoso guiño, un abrazo jefe!

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  2. Sin duda alguna, como dices, vendran de perlas para meditarlas durante la Cuaresma y la Semana Santa. Muchas gracias por traerlas al blog y compartirlas.

    Un abrazo.

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  3. Una pregunta yo llevo rezando las oraciones aproximadamente 3 meses, pero siempre lo hago por las noche ya que es cuando regreso de mi día laboral y tengo un espacio de silencio completo en el cual puedo orar de la manera correcta y concentrarme en la lectura, sin embargo normalmente la mayoría de las ocasiones cuando rezo ya pasa de las 12 de la noche o 1 de la mañana incluso hay ocasiones que son las 2 o 3, y me inquieta saber si se obliga rezarlas (ANTES de q termine el día para que cuente todo mi año) ósea antes de las 12am de para que cuenta como día rezado, o invariablemente de la hora se cuenta que reces todos los días antes de irme a dormir?

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    1. Hola Paola,

      Verás una de los aspectos que he ido aprendiendo estos años es que Dios mira más la intención de corazón que no los rituales. Me explico, si tu para cumplir nada más llegar del trabajo, rezaras rapidísimo las oraciones para terminar antes de las 12 pero sin enterarte de nada, ni sacar provecho, realmente no meditarías su Pasión de forma completa. En cambio, buscas un momento de silencio, difícil después de trabajar, pero te vences a ti misma cada día para reservar un tiempo al Señor, eso es lo importante.
      Yo personalmente lo contaría como el día que comprende el rezo, aunque sea después de las 12. Pero si te da dudas y te entran dudas cuando vayas a terminar, lo que se me ocurre es que el día que cumplas un año, lo rezaría 1 día más.


      Yo lo hice, de hecho busqué una fecha tan especial como el 1 de enero del 2010 y tuve momentos de altibajo. Sobre todo los últimos meses. Evita en la medida de lo posible presionarte, no todos los días meditaras con todo el corazón y mente, es normal. Cn esto quiero animarte a que sigas. Te va a unir mucho más a Cristo. Y las promesas yo he notado las gracias en algunas de ellas, ya aquí en la tierra.
      Yo aunque era católico, me volví relativista y criticaba a la Iglesia. Caí en un pozo de sinsentido. Fue una gracia de Dios que en un momento de "sin salida" en mi vida, saliera el Señor a mi encuentro y me preparara y me enseñara este camino.
      Sólo puedo decirte que mi vida cambio espiritualmente.
      Dejé descansar un tiempo y ahora estoy con las oraciones de Santa Brigida de 12 años.

      Cualquier cosa, preguntame. Encantado de conocerte.
      Pd, no te apellidarás Tello no? Sólo curiosidad.

      En Cristo,

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  4. podría alguien aclararme si son las 15 todos los días o una diario? Gracias

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    1. Hola. Pues yo te lo aclaro con mucho gusto. Las oraciones 15 oraciones (con sus correspondientes dos invocaciones, Padre Nuestros, Ave Marías y Glorias cada uno) se deben rezar todos los días durante un año (365 días).

      Te aconsejo que el día que empieces lo apuntes en el folleto de las oraciones (si lo imprimes). Recuerda que dentro de nada es el 23 de julio, fiesta de Santa Brígida. Puede ser un buen día para empezar.

      Yo cuando me enteré de estas oraciones fue terminando ya el año 2009. Por lo que me esperé un poco para poder empezar el día 1 de enero del 2010.

      Te lo recomiendo, porque me cambiaron la vida. Ahora, a pesar de ser un pecador como todos, tengo hambre y ser de Dios. Intento frecuentar todos los días la Eucaristía, rezar el Rosario, intentar portarme bien. Ahora mi vida tiene un sentido pleno y sobrenatural. Dios me bendice y la Virgen me guarda.

      Y cuando hay dolores y sufrimientos, la Pasión como decía San Ignacio en su oración es un consuelo. Reconforta. No hay cristianismo sin cruz. La cruz no solo se debe llevar para seguir al maestro, se debe de ofrecer a Dios, para mayor gloria suya y para irnos perfeccionando.

      La conversión es cuestión de todos los días, por eso ayuda mucho rezar. Si tu te alimentas todos los días para el cuerpo, debes alimentar tu espíritu con la oración.

      Estoy a tu disposición para lo que necesites y cuantas preguntas tengas.

      Muchas bendiciones

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