50 días después de su Resurrección cumple Jesús su promesa: envía al Espíritu Santo. El fuego de su venida hace volver la mirada de todos los hombres hacia la Iglesia de Cristo, que abre sus puertas de par en par a todos los pueblos. El Espíritu Santo, al penetrar en nuestros corazones, los inflama de amor a Cristo y, con presencia de la Iglesia en todo el mundo, llenándolo todo con la nueva ley del amor, es la profunda transformación que el Espíritu Santo verifica en toda la tierra. (Nuevo Misalito, Regina)
Esta versión de la oración al Espíritu Santo me parece sublime:
VEN, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo;
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana al corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma al espíritu indómito
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Esta versión de la oración al Espíritu Santo me parece sublime:
VEN, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo;
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana al corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma al espíritu indómito
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
"Dulce huesped del alma", quédate siempre en nosotros.
ResponderEliminarFeliz Pentecostes!!
Preciosa Oración para una gran Fiesta. Gracias Pepe. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Es muy importante rezar pidiendo los dones del Espíritu Santo, cuando el llega a nosotros todo se aclara.
ResponderEliminar"Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra, y siguiendo con la fe en Dios, llegarás hasta donde necesitas." (Paulo Coelho MANUAL DEL GUERRERO DE LA LUZ)
¡Un saludo muy afectuoso querida amiga!
Pepe en mi comentario quise decir "querido amigo"....
ResponderEliminarHola Pepe, vengo aquí de nuevo para desearte feliz verano y despedirme de ti hasta Septiembre. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Hola Pepe:
ResponderEliminarComo haz estado?
estas bien?
como no escribes ya nada...
saludos
Dios te acompañe.
Ailyn
No te olvido ni un solo día. Un fuerte abrazo. Estarás muy presente en mi Camino a Santiago. ¡Falta un mes si D.q!
ResponderEliminar